VIVIAN MAIER

Vivian Maier fue una fotografa nacida en Nueva York en 1926, y murió en abril del 2009. Trabajó de niñera pero su pasión era la fotografía

En 1951 fue contatada como niñera en dicha ciudad por una familia francesa; en su tiempo libre se dedicaba a tomar montones de fotografías de la vida en la ciudad, a pesar de que nunca llegó a revelarlas; las guardaba en cajas para matener en secreto su identidad ya que no era una chica muy extrovertida, era más bien solitaria y cerrada. En parte, ella si quería que se diese a conocer su trabajo en un futuro porque sino no hubiese guardado las fotografías en cajas, las hubuera destruido. La fotografía era su pasión ya que todo el dinero que obtenía como niñera lo gastaba en cosas de fotografía. Ela se hacía pasar por francesa, muchas personas notaron un acento un poco forzado. Una vez dijo que era "una especie de espía", cosa que creo que decía porque fotografiaba a la gente por la calle sin que se diesen cuenta, o porque su identidad no era muy conocida. Vivian no tenía muchos amigos, siempre estaba consigo misma dedicándose a su pasión que era sacar fotos cosa que la hacia muy feliz. No hace falta tener muchos amigos para ser feliz y ella lo sabía; no necesitaba más.

 

 

Fotografía hecha por Vivian Maier en blanco y negro con forma cuadrada, en la que hay dos protagonistas, que son una pareja de ancianos durmiendo juntos en un tren. Él lleva en la cabeza un gorro beige con una cinta negra muy llamativo, que les tapa parte de la cara. También va vestido de manera elegante; lleva un traje de camisa blanca y americana negra. Ella lleva unos grandes pendientes y también viste arreglada, lo que nos indica que vienen de algún evento porque al estar tan cansados se han quedado dormidos en el tren. 

A mi parecer, Vivian vio una oportunidad increíble para representar el amor; para transmitir la idea de que, a pesar de que el tiempo pase, el amor de verdad no envejece, siempre va a ser honesto, fiel, bondadoso, generoso y especial.

 

 

Fotografía hecha por Vivian Maier a color con forma rectangular, en la que aparecen cuatro personas, una abuela, una madre y dos hijos. Están cruzando la calle, por lo que la abuela está muy atenta a que no venga ningún coche y que tengan un accidente. Uno de los niños, el que está en los brazos de la madre, esta llorando con cara de enfado mientras que el otro está sonriendo de una manera graciosa.

En mi opinión, Vivian con esta foto quería representar la fugacidad de la vida, que no tiene frenos, el tiempo no para, hay tres generaciones en una misma foto; desde dos niños que acaban de iniciar su vida, hasta una abuela que ya lo ha vivido todo, que a su vez también fue niña un día. Esa abuela siente una responsabilidad enorme hacia su familia, a la que tanto quiere, por eso está mirando que no venga ningun coche, por amor.